Lucía Pacheco, logopeda de Neurointegra, nos habla del desarrollo y adquisición del lenguaje:

El lenguaje es la capacidad que permite al ser humano expresar sus pensamientos y sentimientos mediante el uso de la palabra. Este tiene un desarrollo que se divide en distintas etapas:

La primera es la etapa prelingüística. Donde el bebé de los 0 a los 5 meses se comunica mediante el llanto, sonidos guturales y gorjeos. A los 6 meses comienza a balbucear y entre los 8 y los 9 meses aparecen las protopalabras, que se refieren al uso del balbuceo en una situación concreta. A los 12 meses comienza a decir sus primeras palabras y deberá contar con un vocabulario de entre 5-10 palabras.

Después aparece la etapa lingüística. De los 12 a los 18 meses su vocabulario habrá aumentando hasta unas 20 palabras y aparecen las holofrases que hacen referencia al uso de una palabra como una frase. Por ejemplo, cuando el bebé diga “agua” se estará refiriendo a “dame agua”. Entre los 18 y los 24 meses contarán con un vocabulario de 250-300 palabras, que es cuando se produce la explosión del lenguaje y comienzan a construir las primeras frases simples.

La tercera etapa se refiere la combinación de palabras, de los 2 a los 3 años conoce unas 1000 palabras, realiza frases que contienen de 3 a 4 elementos, son capaces de seguir órdenes con dos instrucciones y hace preguntas del tipo ¿por qué? O ¿para qué? A los 4 años su vocabulario se extiende a más de 1500 palabras, hacen numerosas preguntas, las frases construidas son cada vez más complejas y mantiene interacción social con otras personas.

Por último podemos hablar del desarrollo avanzado del lenguaje, que se produce de los 4 a los 6 años, donde tiene un vocabulario expresivo de unas 2600 palabras y el receptivo puede llegar a ser de 20.000 a 24.000 palabras; habla de sus sentimientos y elabora frases sintácticamente complejas.

¿Cómo podemos estimular el lenguaje espontáneo de los niños? Estos son algunos consejos:

• Cantar canciones infantiles, leerles cuentos y que ellos nos ayuden a contarlos.
• Fomentar las conversaciones con ellos respetando su tiempo y modo de emisión.
• Jugar con ellos promoviendo el lenguaje y la imaginación.
• No fomentar el uso del chupete más allá de los 6 meses y el del biberón y alimentos triturados más tarde del año.

El desarrollo del lenguaje de cada niño es diferente, por lo que es posible que varíen los tiempos en los que alcanza cada una de las etapas del desarrollo que se han explicado anteriormente. Sin embargo, debemos conocer cuáles son los signos de alarma que podrían ayudarnos a detectar posibles dificultades y, de ser así, acudir a un profesional que nos pudiera ayudar:

• Si no responde a su nombre una vez que ya ha alcanzado el año.
• Si no intenta imitar sonidos, ni produce palabras sencillas a los 18 meses.
• Si entre los 2 y 3 años existe una falta de intención comunicativa, ausencia de frases de 2-3 elementos o el lenguaje es ininteligible.
• Si a los 3-4 años no es capaz de mantener una conversación y no muestra interés por el juego con otros niños.
• Si a los 4-6 años tiene dificultad para entender las reglas del juego, para comprender frases complejas, el lenguaje continúa siendo ininteligible, no hace preguntas o sigue siendo incapaz de mantener conversaciones.

En caso de presentarse alguno de estos casos, recomendamos acudir a profesionales especialistas en neurodesarrollo y no esperar, ya que, en caso de existir algún tipo de trastorno o retraso en la adquisición del lenguaje, lo ideal es actuar cuanto antes.

Actualmente, y hasta el 18 de enero de 2019, en Neurointegra estamos llevando a cabo consultas de valoración gratuitas. Si observas alguna de estas dificultades, no esperes y consúltanos.