La Terapia Ocupacional en la alimentación infantil

La Terapia Ocupacional en la alimentación infantil

 Sandra Agúndez, Terapeuta Ocupacional de Neurointegra, nos habla de cómo identificar y abordar las dificultades en la alimentación en la infancia:

El trabajo del terapeuta ocupacional en la infancia está enfocado a lograr la mayor independencia posible del niño, haciendo frente a sus posibles limitaciones y fomentando la participación en sus ocupaciones diarias: Actividades Básicas de la Vida Diaria, Actividades Instrumentales de la Vida Diaria, descanso y sueño, educación, juego, ocio y participación social.

Una de las principales ocupaciones (y actividad básica) del niño es la alimentación, pues es la base que genera la energía necesaria para afrontar las actividades y aprendizajes de su día a día, permitiendo su desarrollo físico e intelectual. La alimentación es un proceso placentero que se desarrolla en numerosos entornos y varias veces al día. Además, dota al niño de experiencias motrices, sensoriales, emocionales y de interacción. Sin embargo, puede verse alterada por numerosos factores y convertirse en un momento desagradable del día, tanto para el niño como para su familia. Esto puede deberse a la preocupación por unos malos hábitos alimenticios, unido a las experiencias negativas que les proporciona la hora de la comida, ya que, todo ello, puede generar una fuente de estrés. Es frecuente encontrar dificultades de alimentación en niños con algún problema del desarrollo influyendo estas a distintos niveles.

El rechazo o preferencia por ciertas texturas, sabores, olores, colores, temperaturas o formas; la negación a probar alimentos nuevos; la preferencia por ciertas marcas: los problemas de conducta (conducta de pica, escupir, tirar o tocar el alimento, comer de pie, inflexibilidad ante cambios del entorno) o no masticar son algunas de las dificultades que nos encontramos con mayor frecuencia.

Una intervención temprana en los primeros años de vida es fundamental para restituir estos problemas lo antes posible. Esta intervención debe ser individualizada, teniendo en cuenta las habilidades y necesidades particulares de cada niño. El Terapeuta Ocupacional, mediante una valoración exhaustiva (observación directa e indirecta, entrevista a padres…), determinará cuáles son las dificultades específicas por las que existe el problema (dificultades de integración sensorial, dificultades de masticación, debilidad de la musculatura orofacial, mal control postural, problemas de conducta…) y planteará objetivos de tratamiento adecuados para llevar a cabo la intervención desde distintos abordajes y disciplinas en función de las necesidades.

Algunas de las estrategias que seguiremos durante la intervención serán:

  • La creación de  ambientes agradables durante las comidas: controlando y adecuando el entorno a las características de cada niño.
  • La creación de rutinas de alimentación: fijar un lugar para que el niño se siente, mantener la sedestación durante el tiempo completo de la comida, retirar su plato al final de la comida…
  •  Anticipar al niño de lo que va a suceder mediante apoyos visuales o verbales: nos servirá para reducir la ansiedad que le puede generar el cambio en sus hábitos de alimentación.
  • Tener en cuenta las cantidades que ponemos en el plato: ajustándolas a lo esperable en cada situación.

Tratar de engañar al niño mezclando distintas comidas no es aconsejable, pues lo único que podemos conseguir es que deje de comer alimentos que ya comía previamente. En su lugar presentaremos el mismo alimento una y otra vez en diferentes momentos del día hasta que lo acepte.

Durante el periodo de tiempo que dura la intervención es importante no solo el trabajo en clínica, sino también la comunicación con las familias y con el entorno más inmediato del niño. Seguir las mismas pautas en los entornos del niño (domicilio familiar/centro escolar) potenciará la generalización de los aprendizajes a los diferentes contextos. Además, este trabajo, con frecuencia, debe ser complementado con un abordaje desde la Logopedia; sobre todo si el niño presenta algún tipo de dificultad orofaríngea.

Si identificas alguna de estas dificultades, te recomendamos que consultes con un Terapeuta Ocupacional, quien podrá evaluar las necesidades específicas de intervención y pautas que pueda necesitar tu hijo. Recuerda que en Neurointegra estaremos realizando consultas de valoración gratuitas hasta el 18 de enero.