La vida con afasia

La vida con afasia

Mi vida con afasia: un testimonio logopédico

En estos días que se conmemora el Día Europeo de la Logopedia, hemos estado reflexionando sobre la importancia del trabajo de logopedia con las personas que han sufrido un Daño Cerebral Adquirido. Hablando sobre ello con una de las chicas que acuden a nuestro centro, surgió esta bonita entrevista:

  • ¿Por qué empezaste a recibir logopedia?

Hace casi dos años sufrí un derrame cerebral y no podía hablar.

  • Desde que empezaste con la logopedia, ¿cuál ha sido el cambio?

Empecé usando unas tarjetas y acabando las palabras que me decía mi logopeda. Después empecé a construir una frase con palabras que me daban. Me decían algo y yo respondía sí o no; no empecé yo.

  • ¿Cuándo empezaste a hablar sin tantos apoyos?

Hace un año, más o menos.

  • ¿Por qué crees que ha sido la logopedia tan importante?

Yo empecé a hablar con la ayuda de mi logopeda. Si no hubiera tenido logopedia ahora mismo no te estaría hablando como te estoy hablando.

  • ¿Cómo crees que puede ayudar la logopedia a otras personas?

A hablar, a poder explicarse. Enseñar palabras…

  • ¿Por qué crees que la figura del logopeda es importante en el hospital?

Porque te enseñan y ayudan a hablar. Te enseñan a expresarte otra vez.

  • ¿Cómo crees que habría sido tu vida sin recibir tratamiento logopédico?

Sería un caos, un desastre. Porque si quieres expresar tus emociones o lo que sea sin voz, no puedes. No sería feliz. Estuve un mes en el hospital sin poder hablar porque no sabía y yo quería pedir cosas y no podía. Es agobiante, estresante. Yo no podía pedirle a mi madre o hermanas que quería, por ejemplo, un helado. Es frustrante no poder decir nada de nada. Es agobiante.

  • Si tuvieras que definir la logopedia, ¿cómo lo harías?

La logopedia es un trabajo que enseña a hablar a otras personas. O enseña a masticar. Porque algunos niños no saben masticar y la logopeda los ayuda.


Ella es el claro ejemplo de que salvar una vida no es meramente mantenerla viva. Vivir es soñar, crear, sentir, creer, amar… y para eso también necesitamos comunicar.