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Daño Cerebral Adquirido por Traumatismo Craneoencefálico

Hablamos del Daño Cerebral Adquirido por Traumatismo Craneoencefálico, la segunda causa más frecuente de DCA en el adulto y la primera en niños.

El daño cerebral adquirido es un problema de gran trascendencia personal, familiar y social. Se trata de una discapacidad en ascenso en nuestra sociedad cuyo origen se debe a lesiones cerebrales súbitas causadas por accidentes cerebrovasculares (ACV), traumatismos craneoencefálicos, anoxias cerebrales, tumores e infecciones cerebrales. 

El traumatismo craneoencefálico (en adelante TCE) es la segunda causa más frecuente de daño cerebral adquirido en adultos. Además, se estima que en España hay un total de 420.000 personas con este tipo de lesión, aumentando en más de 100.000 nuevos casos cada año. 

Durante el año 2017 se registraron un total de 24.334 altas hospitalarias de daño cerebral causado por TCE, de todas esas altas un 44% correspondía a mujeres, un 56% a hombres y, del total, un 25% a personas menores de 65 años. Por lo tanto, según estos datos, esta lesión es más frecuente en hombres y en personas mayores de 65 años.

¿Cuál es el tipo de daño?

En cuanto al tipo de daño que existe en estos casos, hay tres distintos en función de la extensión que alcance la lesión producida por el TCE:

  • Traumatismo leve. No se suelen presentar síntomas más allá de dolor de cabeza, mareo y/o alguna herida o hematoma en la cabeza. En estos casos, la persona permanece ingresada por precaución y bajo vigilancia.
  • Traumatismo moderado. En estos casos suele aparecer pérdida de memoria, dolor de cabeza intenso, alteración de la conciencia… Habitualmente se lleva a cabo un TAC para descartar daños en el cerebro.
  • Traumatismo grave. Normalmente hay una fractura del cráneo y una alteración grave de la conciencia que cursa también con mareos, vómitos, alteración en las pupilas… Aquí las pruebas que se realizan son para localizar la lesión y su alcance.
¿Cuáles son las secuelas?

Todo esto conlleva una serie de secuelas que pueden afectar de distinta manera a la vida de las personas.

  • En el ámbito personal, se producen diversos problemas que afectan en mayor o menor medida al movimiento, al habla, a la visión, a la audición y al nivel cognitivo, en el cual se suelen ver afectadas la capacidad de pensar, la toma de decisiones, la conducta o manera de actuar de la persona e incluso a la capacidad de llevar a cabo tareas simples de la vida diaria.
  • En el ámbito familiar, genera estrés, gran preocupación por el cuidado de la persona afectada e incluso puede derivar en agotamiento tanto físico como mental de la persona o personas responsables de cuidar al paciente.

Asimismo, el daño cerebral adquirido es la primera causa de discapacidad grave, tanto física como psíquica, y de dependencia en el adulto.

¿Qué podemos hacer una vez se ha sufrido un TCE?

Debido a las múltiples secuelas y a los diferentes niveles en los que estas se producen, es de vital importancia que el abordaje de este tipo de daño sea inter y transdisciplinar, es decir, que estén involucrados profesionales de distintos ámbitos, para poder paliar lo máximo posible todas las dificultades que hayan aparecido en la vida de los afectados.

Desde la neurorrehabilitación, se trabaja en equipo para ofrecer la mejor recuperación posible a cada persona. Este equipo lo componen fisioterapeutas, neuropsicólogos, logopedas, psicólogos clínicos y terapeutas ocupacionales, que deben estar perfectamente coordinados para poder ofrecer una atención integral y personal a cada uno de las personas que requieran este tipo de servicio. Todos los miembros de dicho equipo se encargarán de evaluar las secuelas para poder compensarlas, reduciendo así la posible discapacidad y promoviendo siempre la integración social y familiar de la persona afectada y su entorno. Los objetivos del tratamiento serán consensuados siempre con la persona afectada y su familia, con el fin de favorecer la generalización y rehabilitación.

La rehabilitación neurológica es fundamental y permitirá que el proceso de recuperación sea más rápido, reduciendo al máximo el grado de discapacidad, con los consecuentes beneficios para la persona, su familia y su entorno.

En Neurointegra disponemos de un equipo especializado en neurorrehabilitación compuesto por fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales y psicólogas-neuropsicólogas. Si tú o tu familiar no tenéis claro cómo o cuándo debe intervenir, no dudéis en poneros en contacto con nuestro equipo y resolver vuestras preguntas.